La bahia de mi inocencia

lunes, julio 15, 2013 Permalink 0


La locura cabalga entre piel erizada e improntas inocentes.

La confabulación de unos pases de baile con vida propia.

Una historia donde todo comienza y nada termina.

Una sala vacía en la que no encontrarás soledad.

Recordarás charcos colmados de botas de agua.

Una ofrenda de pasión en terrenos inadecuados.

Música con aroma a incienso acolchado.

Una camisa desaliñada que cubre un corazón desbocado.

Paz equidistante de los bornes que luchan.

Rodillas que son principio de un volcán de deseo.

Bocas indefensas ante la llamada de un beso.

Vivo por encima de mi cabeza pero en el centro del corazón.

Y así perduramos en silencio transitando esta vida.

Sin balas perdidas que buscan un blanco.

Con la tranquilidad del olvido carente de orgullo.

Rostros pintados con restos de compasión.

Al fin y al cabo tus palabras son,

la bahía de mi inocencia.











Tal vez.

miércoles, julio 10, 2013 Permalink 0

Busco ayuda. Y tal vez sosiego.

¿Queda alguien en la tierra?

En mi barrio lloran los geranios.

La sentencia se conforma.

La oscuridad la infiere el verbo.

O tal vez su ausencia.

El quieto encanto aburguesado.

Albergue de plumas nuca ahuecadas.

Infames parábolas de arena.

Dedos desengañados e inexpresivos.

Besos jadeantes sobre el escote.

Bajo el imperio de la ilusión

Crece, en silencio, la eternidad.

Sojuzgo, tal vez, el mísero disentir.

Pero me crie con leche virtuosa.

Tengo aversión a calentar la silla.

A esperar para que me den cuerda.

A dar las horas templadas y justas.

Creo en la supremacía de lo incorrecto.

De la conducta intensa y rocambolesca.

De las trincheras rendidas a la evidencia.

De la sintaxis de una loca ventisca.

Del imperio exclusivo de los sentidos.

Del escándalo de la paz conquistada.

Del néctar de las mañanas tempranas.

Y tal vez. Solo tal vez.

Corazón esperanzado y desangrado.


Mi sueño nunca morirá doblegado

jueves, julio 4, 2013 Permalink 0


Soy cronista del asedio

que el tiempo mancha sobre las manos.

Invado con precisión los miedos

a ese último amanecer que tanto tememos.

La parálisis en la noción del tiempo,

que no es apego ni locura.

Soy el espectro de la rosaleda que emanó tinte rojo

y hoy exuda inertes espinas.

Las especias y el vino han dejado de saber.

El silencio traicionero es la moneda corriente.

La monotonía del herido no conmueve al vencedor.

No se mezclan las emociones. Son agua y aceite.

Mantengo a raya la erupción de mis propios sentimientos.

Alterno estandartes con pactos intransigentes.

Implosiono.

Me apago.

En silencio.

Lejano.

Al final,

esto se narrará como el suicidio

de un desconocido.

Si cae el templo de la carne,

pelearé desde el exilio.

De frente al rostro del hambre.

Al fin y al cabo,

mi sueño nunca

morirá doblegado.

Sueño con sueño

miércoles, julio 3, 2013 Permalink 0

Sueño con sueño.

Yacemos juntos.

Ungidos de esperanza.

Y de sexo también.

Voces en penumbra.

Altibajos constantes.

Revelaciones triviales.

Aquiescencia privada.

Sentencias determinantes.

Tronos humanos.

La raíz de la vida.

Humedad sostenida.

Redención abismal.

Honda esclavitud.

Tesoros en el rostro.

Concierto profano.

Nudos de viento.

Firmamento consistente.

Juicios orales.

Relámpagos inestables.

No hubo queja

Lamento.

O dolor.

Sublimación inaudible.

Alguna que otra lágrima.

Y ríos de pasión.