Apenas respiro

miércoles, enero 14, 2015 Permalink 0

 

 

Somos un lienzo en blanco.

Tú el anverso, yo el reverso.

Tú escribes y yo, apenas respiro.

 

Tú construyes aviones de papel,

y yo la fuerza que les hace volar.

 

¿Has pensado en dejar de perseguir estrellas fugaces,

y comenzar a brillar hasta convertirte en una de ellas?

 

Si hace falta, lloraré pétalos de flores hasta conmoverte.

Nademos en la locura sin guardar en la orilla, ropa alguna.

Pondré el mundo al revés para que caigas en mis brazos.

Eres palpable, etérea, dulce.

Pétalos sobre piel ajada.

Un diferente concepto de vida.

 

 

 

Crisol

lunes, enero 12, 2015 Permalink 0

 

Jugando con la nostalgia me topé con el pasado.

Cubierto de polvo, carente de algunos trozos.

Aun así, sigue siendo mi leal y mejor amigo.

Lo cubrí de colores para devolverle su esplendor.

 

Vamos creciendo.

A veces destrozamos lo construido.

Aunque siempre hay una fuerza que te impulsa

a recoger los retales precisos que ya has vivido.

 

Tan sencillo que su evidencia nos pasa desapercibida.

Al final, la vida es un calidoscopio de experiencias que,

por selección natural, vamos componiendo con trozos

que salvamos, envueltos en un crisol de buenos tiempos.

La lluvia de tu sonrisa

viernes, enero 9, 2015 Permalink 0

 

Tengo los nudillos desgastados de golpear las puertas del cielo.

De recibir lecciones de anatomía que terminan con el corazón deshojado.

De fabular novelas insustanciales sin que se mueva un ápice de aire.

De escribir epílogos con los labios pegados antes que arrancar mis escamas.

 

No aspiro a ser maestro en inocencia, ni en la clemencia de los sentidos.

Amar para sobrevivir desbasta las emociones,

y a mi me falta valentía para convivir con el miedo.

Fenecen mi esperanza a manos llenas.

Ninguna prosa es capaz de mantener el esplendor vacío.

 

Desentraña cual es el secreto de un amor intangible a la poética del viento.

Susúrralo y desactiva en este espacio lánguido, arbitrario e inconexo.

Siento que eres mía cuando me concedes el privilegio de disfrutar de tu sonrisa.

Culmino la mañana avivando el fuego de tus uñas aferrada a mi espalda.

 

Nada aplaca este frío.

 

Ni el fuego.

Ni la velada llama de tus recuerdos.

Ni tan siquiera el negro aletear de tu ausencia.

Tu sabor incrustado en la comisura de mis labios.

La luz agoniza herida bajo la sombra.

 

Declino vivir más allá de tus brazos.

Donde tus labios apresan la embriaguez.

Jadeando a ras de suelo en mil pedazos.

 

Nunca dejes de salpicarme con la lluvia de tu sonrisa.

Destino o señal

jueves, enero 8, 2015 Permalink 0

 

Adoro las palabras cifradas.

El códice entre líneas.

 

La rosa escarlata,

Las tentaciones trastabilladas.

Lo irresistible.

 

Lo irrenunciable.

Lo intenso,

Lo memorable.

 

El futuro aun no tiene memoria y,

es un lujo que podamos soñarlo.

 

Siempre me he considerado aprendiz.

Siempre me ha gustado el vuelo rasante.

Me gusta saber dónde se esconde la luz.

 

Dime si las estrellas son destino o tan solo señal.

Caminar distraído sin pensar en el viaje de vuelta.

Volar con la mente perfectamente enfocada

hacia el punto exacto donde se cruza el camino.

 

Nada tiene poder para materializar un sueño.

Rescatar una mueca, una fantasía, un sonido.

Que mis actos tengan vocación de eternos.

Los lunáticos soñadores de la última realidad.

 

¡Aún necesito descubrir cómo se declina el verbo amar!

Nuestro siempre.

Ese que dura un instante y nos falta aire para respirarlo.

Me entusiasma la vida porque  llegas perpendicular a ella.

Pasan las horas

miércoles, enero 7, 2015 Permalink 0

 

La ventana mojada. Una nube satura la casa.

Tres notas reverberan.

 

Caprichosa cadencia repiquetea la lluvia tras el cristal.

La tarde se vuelve silente.

Vaga e insustancial,

como cuchillo que se hunde sobre el costal.

 

Pasan las horas.

Los días se deslizan lánguidos.

El aura menguante.

 

Las grandes gestas fueron cantadas

por simples juglares, bohemios o rapsodas.

Armado con un lienzo

una irreverente pluma garabatea.

 

Disfruto tus proezas cuando te enfrentas a los miedos.

Cuando el orgullo diseña tu destino.

Dibujas notas en movimiento.

Única y sensual.

Cada fragmento de tu cuerpo.

 

Arde el aire que te rodea.

La suave fragancia me esquiva. Revolotea.

Grite una sonrisa y me devolvió un instante.

Me haces volar sin moverme a ninguna parte.

 

Lo siento.

Sé que las palabras pueden ser dagas sangrantes.

Y sin embargo, nunca supe declinar la palabra te quiero

más allá del silencio.

 

Vacilante. Jadeante. Vagabundo.

Descubrir un color y ponerle tu nombre.

Compartir un paisaje y reinventar su horizonte.

 

Soñar con tus manos y despertar a tu lado.

Permite que disfrute tu alma con esta neófita locura.

Que la hábil pluma te reverencie.

 

Modelar viejas heridas en sutiles cicatrices.

Pintar de manera irracional los surcos de otra vida.

Rellenarlos hasta florecer con nuevos aromas.

 

Reverdece mis manos sembradas de olvido.

En el perdón del destino.

En el sueño de ser amado.

 

Esculpiré tu alma a golpe de sueños.

Los grandes y los pequeños.

Con cariño y con calma.

 

En los vigorosos e intensos momentos

en que cruzamos el umbral de la pasión.

En la deseable quietud sobre sabanas blancas

que estremeces cosida al calor de mi espalda.

 

 

 

Así morire

lunes, enero 5, 2015 Permalink 0

 

Hoy es tarde, y pienso más en  lo que voy a dejar

que cuanto quiero, cuanto busco, o cuanto debo.

Voy a la deriva a la espera de la última estación.

Una buena cena ni si quiera reporta buena noche.

 

Ahora que dejo de añorarte para olvidar quien eras.

Ahora que sé, fehacientemente, que nunca serás mía

es cuando prefiero que se apague la luz alternante

a la que nombré “faro perenne de mis emociones.”

 

Ya no escribo promesas ni cantos de sirena.

Me cuesta crear parábolas que aniden en ti.

Llego tarde a mi tiempo. A nuestro tiempo.

Llegará mi hora antes de ver el apocalipsis.

 

Los silencios me apuñalan de soslayo. Y sangro.

El humo ya no me envuelve sino que me asfixia.

Mi corazón late deprisa para durar mucho menos.

Las traiciones solo me producen una leve sonrisa.

 

Y así moriré

 

Observando como el carnaval de las ánimas

aviva sus esperanzas con la brasa de mis alas.

 

Añorando.

Fingiendo.

Olvidando.

Llorando.

Retazo de piel

viernes, enero 2, 2015 Permalink 0

 

Movemos pieza sobre el arcano.

No hay colores definidos,

ni brisa cálida o envolvente.

Todo es caótico e intenso.

¡Que extraña es tu presencia!

Fresca, ardiente y sonora.

De esas que te transportan

entre universos afines.

Ahí estás. Tersa y desnuda.

Aquí mis deseos perdidos.

Envueltos en seda.

Un retazo de piel.

Blanca y escarchada.

Un silencio de tus labios.

Comenzamos a andar por la vida.

Dejando vínculos desatados.

Giras ciento ochenta grados.

El mundo es el mismo pero al revés.

No reconoces forma ni color.

Ni tan siquiera el eco rebota igual.

Donde el aire llora,

El tiempo se congela.

El espíritu claudica.