Abra cadabra

viernes, febrero 26, 2010 Permalink 0

¡Abra cadabra!

Palabras que me transportan

al momento más dulce

de una cándida niñez.



Mi mente se atrevía con todo:



Dirigir una sinfonía de hojas secas.

Estirarme en un banco hasta que se difuminara el surco de un avión a reacción.

Tratar de contar cuantas pompas de jabón se creaban de un soplido.

Cuanto tardaba la bicicleta en ladearse después de la última pedalada.



Que habría tras la cortina de canutillos del bar.

Porque me sonreía cada mañana mi oso de peluche.

Donde tenía las alas y como podía usarlas.

Porqué volaban los aviones de papel.



Quien me regalaría la primera sonrisa del día.

Si el reloj de cuco fallaría alguna vez.

Porque mi abuela olía tan bien.

O que tipo de magia convertía la naranja en zumo.



Preocupaciones de una mente libre

que aun sin responder a todos los motivos,

le ayudó a este pequeño ser a afrontar la vida

como un juego adictivo y apasionante.