Creo

miércoles, agosto 15, 2012 Permalink 0

Imagen: Llama ascendente.

Como dar vida a tu mirada es el fin de tenerte a mi vera cual golosina envuelta en celofán.
Como tender un hilo vital que conecte intermitentes latidos a la cadencia abismal de mis manos.
No hay piel que no comprenda tu ternura. La diáfana cordura de una distancia que se resiste.

La vida traza un tirabuzón en la noche y te deja postrado adorando la perfección.
Instantes donde el magnetismo tiene vida propia y un tornasolado aroma fugaz.
Una nana que adormece guerras y amansa la furia bajo una bóveda estrellada.

Me gustan los mundos irreales e irreverentes. Alternativos y paralelos. Constantes y efímeros.
Cálidos vientos que transportan aguas claras y doradas con corrientes de alto voltaje.
La mente recrea cada esquina desde la creación perfecta hasta el deseo y la locura.

Creo en las personas.

En los que se bloquean ante las adversidades.
En los que las rodean.
En los que se topan con ella de bruces.
En los que tratan de desgastarla como las olas.
En los que viven agazapados a la espera de su oportunidad.
En los que se despiertan sonriendo.
En los que anidan cada noche a la vera de sus sueños.
En los que miran con respeto las grandes decisiones.
En los que las toman a puñados.
En los que lloran en silencio.
En los que los sueñan con sus miedos y se despiertan gritando.
En los que cantan en la ducha.
En los que pintan un lienzo una y otra vez.
En los que escuchan con la mirada.
En los que hablan y les comprendo.

Creo en la vida.
Con tu miedo.
Con tu ansiedad.
Con toda tu ilusión.

Junto a la mía.