Cuando la mente porta alas

miércoles, junio 30, 2010 Permalink 0

Como el aire forma parte de las nubes

mi deseo cimbrea sobre tu piel.

No es posible imaginar tus curvas

sin sumergirse en el siguiente nivel.



No son suficientes las manos.

Ni la noche se acaba en tus labios.

Es tal la intensidad de tu presencia,

que no me sorprende ronronear.



Cuando la mente porta alas,

y el corazón es su motor,

Pocas noches pasan en blanco

sin que me impregne tu olor.