Ensayo y error

jueves, mayo 14, 2015 Permalink 0

 

Ensayo y error sobre lo mejor de mi.

De camino hacia el abismo

secuenciamos la fértil sangre.

Desaparecen los errores de bulto

de una trama, excesivamente precaria,

y vista para sentencia.

 

Nunca pedí perdón por nacer.

Ni permiso.

Me vuelvo, a diario, a la infancia sutil.

La que se jugaba en silencio.

En la que observaba cauto

La construcción de castillos

efímeros y desordenados.

 

Las ansias tempranas,

que diría mi añorada Tía.

Un manojo de barro.

Un filo yermo de sangre.

Jadeos nómadas entre cuartos.

Risas. Inocentes risas.

 

Ya no soy capaz de mirar atrás

sin que me duela a espina dorsal.

Será por su incuestionable lejanía.

Por la ausencia de aroma.

Por aquellos que no están.

O los que quise, inútilmente, que estuvieran.

¡Quizás!