Cuando te pierdes siempre te encuentro asida a mi mano.
La delineada perfección de la espuma en el viento.
Me muevo, insustancial, en el mundo de las sensaciones.
No termino de sentirme a gusto entre emociones espúreas.
Siento que tu vida maneja la historia y con ella mi destino.
Trato de ensortijar los buenos momentos y se tornan humo.
Los lunares se mueven de sitio y otros labios les ponen nombre.
La telaraña vence y deja tu sonrisa en manos depredadoras.
Arquitectos de lo ajeno con la ventaja de cazar en coto cercano.
Las sombras bailan y el sonido percute mantras en mi sien.
Las manos anudadas entre el escalofrío y el tiempo.
Entre el nacimiento y la muerte.
Tocado con alas de piedra hasta que enseñaste a mis labios
como se vuela.