Fugazmente vacíos

sábado, marzo 27, 2010 Permalink 0

Bajo a la escarcha,
efímera de la noche,
siempre hay un fruto
que lucha por vivir.

Sobre el manto verde
que tapiza el jardín,
una pluma perdida
gira sinfín.

Entre las burbujas
de una copa de cava
alguna sueña perdida
convertirse en cosquilla.

No hay soledad.
Tan solo minutos ociosos.
Mentes dispersas y abrazos,
fugazmente vacíos.