Infortunios al margen

lunes, marzo 17, 2014 Permalink 0








Más de medio siglo, y aun mi alma no descansa.



Este laboratorio en que se ha convertido la vida



da a conocer sus proclamas antes de ser escritas.







Un buen asiento en el tren de larga distancia,



entre el primer llanto y el último suspiro



no es valor suficiente para vivir cada día.







Largas conversaciones sin más fruto



que una leyenda, y algún sambenito,



jugando en una espiral de viento.







Dos o tres amores,



y diez o doce lechos.



Infortunios al margen.







Delirios sofocados



entre el borde de una cama



y una almohada desangelada.