Lejos de nuestro mundo de cristal

miércoles, marzo 10, 2010 Permalink 0

Te rodeo con mis brazos.
Aunque sé positivamente

que en el fondo,
eres una desconocida.



Te fundes conmigo
con movimientos aprendidos
lejos de nuestro mundo de cristal.
Cultivados sobre otra almohada.



Mi mente se dispersa.
Recita una elegía
por las almas perdidas
entre olvidos y desidia.



No te quiero entera,
pero te necesito conmigo.
Tal vez con poco cuerpo
pero si con toda el alma.