Los asuntos del espíritu

jueves, agosto 1, 2013 Permalink 0


Benditos los privilegiados que en este mundo te amaron.

Perenne el elogio que rueda por los años de altar en altar.

Los asuntos del espíritu profundizan en la clave los albores.

El reflejo en el espejo aun es nítido y con aparente significado.

Caminamos sobre un péndulo con destino que yace seguro.

A veces me corona un leve cansancio que difumina tu virtud.

Otras, mi tema preferido, describir el instante previo de la cosas.

Aprendí a vivir sin discutir como subsistía o con quien dormitaba.

Fui madurando. Bajo la fragancia arbórea de tu dorado cabello.

Guardé sueños y hechizos que conjuraba en la distancia. Tu distancia.

Tu pequeña falda ajustada a la cadera que cimbreaba en mis sueños.

Las paredes contenían el empuje mientras la ciudad retumbaba.

Todo trascendía normal. Desde lo mítico e irrepetible hasta el elogio.

Así fuimos forjándonos hasta hoy, donde cada uno es parte del otro.