Necesito aspirarte

miércoles, septiembre 19, 2012 Permalink 1

Imagen: Sigues creciendo.

Sobre el altar a punto de sacrificio, mi último palpitar es para entregarte mi devoción.
Cada minuto que he surcado en esta tierra, ha estado orientado a revolotear a tu lado.
Y si aun así, si mi sangre reviviera tu alma, te la serviría en cáliz de oro con tal de tenerte a mi lado.


Un manto cubre la fuerza vital de mi cuerpo, y aun me empuja al interior de tus manos.
Morir siempre ha sido el final, salvo esta en letanía que acaricia mis oídos en el fin de los días.
Has dado un desenlace al único amor por el que derramaba puñales envueltos en flor.


Terminar mis pasos en el resuello de tu almohada ha sido una épica batalla jamás librada.
Fantaseo con ver el color de tus labios, tatuados sobre un lecho con tu sonrisa decorado.
Sentir como se desvanece un beso en mi cuello, al vapor de aceite que no deja simiente.


Caminar unidos tan solo por dos dedos. La mínima expresión de mis inconfesables deseos.
Pasemos por la arena mientras recogemos conchas, rellenas de sal e ilusión.
Dejar nuestro destino visto para sentencia para el próximo decenio, e incluso milenio.


Convertirme en parte indisoluble de tu reflejo, húmedo y vaporoso ante el espejo.
Eres el laberinto de rosas efervescentes, donde me gusta soñarte y perderme.
Amar es algo más grande que un siglo de vida concentrado en tus labios.


Porque no se, ni quiero, amarte sin poseerte.
Sin contar las vértebras de tu espalda arqueada.
Enredar mis dedos en tu pelo, hasta que caigas dormida.

Te contemplo.
Una luz proyecta tu silueta resplandece.
Inerte intensidad.

Una cálida pátina de la lluvia de tarde.
Tu perfume persiste.
Inmolado en el calor residual de la farola de tu calle.


Necesito aspirarte.