Sigue esperándome.

lunes, enero 18, 2016 Permalink 0

 

Hola Olga, hace siete años que no estás.

 

La hija de nuestra amiga Ali, escribía en estos días, una frase preciosa:

“Eres mi casualidad más bonita.” Esa mujer ha parido pequeñas diosas.

Pocas personas me han cogido de la mano y me han mostrado sueños.

Tu fuiste una de ellas. Me enseñaste a escribir en un folio mis sentimientos.

También, que en los detalles imperceptibles  estaba la grandeza de la vida.

Juntos dimos forma a unos pocos miles de folios aderezados de música.

Te levantabas temprano y nos atendías a todos con una frase personalizada.

Eran tiempos de dudas, de embriones nonatos y de ilusiones desmedidas.

Aprendí a expresar lo que sentía y, poco a poco,  voy aprendiendo a escribir.

Ya no soy quien era. Fuiste la frontera entre la decadencia del egoísmo

y el florecimiento de una sonrisa tatuada al dobladillo de tu falda.

Amé tu vitalidad sin invadir tu espacio. A mirar por tu ojos. Y aprender.

Ahí estaba el mundo de todos y cada uno que conformamos la comunidad.

Agazapada bajo tu piel borboteaba tu cruel e inesperado adiós.

Tu silencio permanente robó mi sonrisa y me sentí a merced de la duda.

Sin embargo, amiga mía, sembraste un mano de semillas de ilusión

Que un hoy sostienen mi nuevo yo y el recuerdo imborrable de tu gesto.

Sigue esperándome. Nos queda una última poesía a dos manos.

Besos.