Su último instante.
…
Presencio un lienzo
con el fondo difuminado,
donde el color verde
simula una bruma espesa.
Desde una lejana colina,
fluye un camino de tierra
que transporta mi mirada
hacia un longevo mendigo.
Arrodillado sobre una estera,
raída por el tiempo y el uso,
su cuerpo dormido hacia delante.
Por subsistencia y por rendición
Un cuenco sobre el suelo,
vacío como su esperanza,
implora calmar su aliento
con algo de humanidad.
Mientras tanto, una hoja
tocada de ocre otoño,
zigzaguea hasta caer
en la oquedad del cuenco.
El anciano alza la vista,
y sonríe amablemente.
dando gracias por el instante.
Su último instante.
Esta es una interpretación
inferida por el Haiku
creado por Taneda Santonka,
que versa así:
“Mi cuenco de mendigar
acepta hojas caídas.”
Diciembre 2016.