Imagen: Beate Pischi
…
Te observo. Duermes.
Andas inquieta. Excitada.
No paras de moverte.
Como una danza tribal.
…
Tu espalda se desliza
Entre los pliegues de la cama.
Tus piernas se enmarañan
en el canto de la almohada.
…
Tu cuerpo rezuma
el perfume de ayer.
En pequeñas olas
que se expanden.
…
No me atrevo a despertarte.
Aunque tengo la sensación
Que ese sueño que tú tienes
llevo una vida deseándolo.
…
¿Cómo despertarás?
¿Con la mirada brillante?
¿Con la piel sudorosa?
¿Con un deseo salvaje?