Té para dos

martes, marzo 10, 2015 Permalink 0

 

Prisioneros del amor.

Cantantes de blues,

con nombre de mujer.

Aulladores a la luna nueva.

Lobos, cuando está llena.

Mentes inquietas.

Mendigantes de un guiño.

Bebemos de los viejos tiempos,

de seda y algodón

Siempre soñando con volver,

como las viejas rancheras.

Empapados de lluvia.

Escuchamos hasta el eco

de una sonrisa perdida.

Soñamos con lo eterno,

sentados sobre la esperanza.

Diseñamos color y damos vida,

sobre lunas inertes.

La noche es el punto y seguido

de un otoño que palidece.

Errores y palabras huecas,

a la búsqueda del gran amor.

Hábitos de infancia

en un cuerpo angosto.

Trenes de larga distancia,

sin estación cercana.

Puentes entre boda y baile.

Miel con sabor a rendición.

Al fin y al cabo, la vida

es un té para dos,

al que no sueles asistir.