Un amor condenado

lunes, diciembre 28, 2009 Permalink 0

Tardes huecas salpicadas de sonrisa.
Falsas caricias crucificadas sobre la piel.
Miradas esquivas envueltas en pena
Convirtieron la ilusión en montañas de arena.

Recuerdo éxodos
de cama en cama.
Buscando calor.
Encontrando dolor.


En las tardes,
bajo el silencio del viento.
Las nubes incrustadas
En el fondo de la garganta.


Se escucha débil.
Casi imperceptible.
El último suspiro
de un amor condenado.