Un amor nuevo para un corazón viejo.
Una embolia que te lleva en un instante,
desde la muerte a la vida.
Lo efímero adorna el borde
de una taza urgente de café,
que me despierta y noquea.
La caducidad de esta sien blanca,
adornada de disonancias navideñas.
No me pidas evidencias
de lo que es cierto o verdadero.
Reinvento curvas donde la contundencia
crea el oficio de orfebre sobre la piel.
Ostento el incurable placer
de declinar tu besos de a dos.
Historias dentro de historias.
Guerras dentro de guerras.
Aullamos y lloramos sin saber bien
quien es uno y quien el otro.
Novedad tras novedad,
ajustamos cuentas, con tal intensidad,
que reinventamos la humanidad.
Rellenamos cientos de cuadernos
que permutamos hasta la médula.
Palabras pintadas en el aire
tiritando por un trozo de piel.
No confieso historias erróneas.
Tan solo historias no consumadas.