¿Qué cambiarias de mí?
Absolutamente nada.
Me sentaría,
y lo subrayaría todo.
¿Qué cambiarias de mí?
Absolutamente nada.
Me sentaría,
y lo subrayaría todo.
Andas martilleando
las alas caídas
bajo el mar de nubes
que ensancha tu sien.
Aun puedo sentir el reflejo
del lento amanecer sobre tu piel.
Aunque evitas la partida hacia la tarde
volviendo tu cabeza hacia la oscuridad.
No puedes tener miedo
a todo lo que desconozcas.
El verdadero sentido de lo cotidiano
dibuja tu silueta en el vértice de mi vida
Te haré una confidencia…
Las noches que retozas en mis brazos
culminan con una solitaria sonrisa
que recorre tu pulida piel
mientras reposas en la almohada.
No hay sonido.
Ni sábanas que contengan vida propia.
Una tenue respiración.
Un cuerpo totalmente extasiado.
Me sobra fe
y me falta aire.
Eternamente retorno
a compartir tu aliento.
Aun tengo tu sabor en mis labios.
Han pasado dos lunas y una rueda de sol.
Permaneces enredada en la conjura
entre el borde de mi lengua y el paladar.
No voy a ninguna parte.
Pienso plantar en tu cama
el centro de mi vida
y orbitar sobre él.
Ven. Acércate.
Escucha mi piel.
Como crepita.
Como te atrae.
Respira.
Sumérgete
Cimbrea.
Entrégate.
Aun queda polvo suspendido en el aire.
Briznas de recuerdos imperceptibles
que rebrotan de los surcos de la piel
más allá de tu alma omnipresente.
Sopla un viento templado.
Firme. Horadando los vestigios
que una tierra árida en otro tiempo
por la desmedida pasión.
Silba la hiedra en su afán
para aferrarse a no regresar.
Pero los hijos de la nostalgia
remozan la inquietante presencia.
Se riza el perfume.
Emana del calor de la silueta
que corona silvestre
las sábanas arremolinadas.
Cien velas despliegan
a todo lo que el viento da.
El sabor degustado
en mis labios sembrados.
No busco eternidad.
Busco un sendero.
Compañía.
Y ausencia total de soledad.
Te observo.
Linda.
Abstraída.
Perfecta.
Con el rosa de tus pómulos.
Con tu camisa anudada.
Con tus curvas convergentes.
Con tu rostro esculpido.
Los muslos convergiendo
en la raíz de tu vida.
Tus caderas envolviendo
el movimiento de la mía.
Me sobran botones,
algún cinto
y demasiada ropa
Me sobran deseos
pasión, locura,
y trazos de lujuria
Como pide Mrusaluzdeluna. si alguien se añade.
Tema: Amor y fantasía.
He declinado el verbo amar
en tiempos inescrutables.
Mediante voz, sueño o palabra.
Pero siempre de manera incuestionable.
En el centro mágico de las margaritas.
En el arabesco del cuarto de luna.
Bajo la sombra del aleteo de la tarde.
O en la sombra de tus manos sobre la pared.
En la genuflexión de la lluvia que salpica.
En la refrescante niebla del monte de laurisilva.
En la rivera adormecida de la arena de playa.
O en el rastro que dejas sobre la almohada.
No sé hacerlo de otra manera
Ni lo intento.
Ni puedo.
Ni quiero.
Crece a mi lado tejiendo tímidas sonrisas.
Te garantizo que siempre amanecerás abrazada.
Dejemos que el único olvido de nuestra vida
sea el de las llaves sobre la mesilla de noche.
Añoremos los sueños desgranados
recitados desnudos sobre la cama.
Hablemos con vehemencia irreductible
de los fantasmas que queremos desterrar.
Sé mi perfección.
La banal aspiración.
La piel que soy incapaz
de arrancar de mi cuerpo.
Saca de mí lo tierno y soterrado.
Exponlo a la sal del atardecer.
Besa esta piel curtida
que te despierta cada mañana.
Hace tiempo que entro en tus sueños en silencio.
O tal vez sean únicamente los míos.
Tu cuerpo inerte. Suspendido en el aire.
Sin aroma aparente.
Tras aquellos momentos. Nuestros momentos.
Aire limpio. Suerte adversa.
Pasados inmaduros
Y también algún toque de mala suerte.