La última hoja

lunes, mayo 31, 2010 Permalink 0

Tu eres quien me hace real.

Quien dibuja mi contorno contra la pared.

Quien ahuyenta mis miedos nocturnos.

Quien ancla mis sueños a la fecunda tierra.



Sobre tus pensamientos el viento caracolea.

Frente al espejo no cabe otra imagen real.

La última hoja que abate el otoño de la esperanza.

La pátina cristalina que regala el azul al mar.



El último hilo del que pende

esta atracción sobrenatural

que tu piel ejerce sobre mis manos

y hace el universo explotar.


Es lo que soy

domingo, mayo 30, 2010 Permalink 0

No deseo
que aceptes
todo lo que digo.

Ni tan siquiera
quiero que lo admitas
sin pestañear.

Solo te muestro
un pensamiento
libre y fugaz.

No me quites
lo que expreso.
Es lo que soy.

Detonando espuma de luz

sábado, mayo 29, 2010 Permalink 0

Aun sigue allí.
El mar con sus olas.
Rugiendo un instante
Para crear un remanso.

Como la última vez.
Constante.
Convergiendo en azul.
Detonando espuma de luz.

Un áurea corona la tarde.
Y trae consigo
tranquilidad y sosiego
para este corazón libre.

Siempre me fascinó
la intensidad del último aliento.
Tanto, como la inutilidad de éste
si antes, tu vida, no ha valido la pena.

Tu espalda

jueves, mayo 27, 2010 Permalink 0

Tu espalda.
Sinuosa tentación.
Soporte de tu cuerpo.
Y mi sueño.

Tu espalda
Escala hacia el cuello.
Loco tobogán.
Hacia el deseo.

para siempre

miércoles, mayo 26, 2010 Permalink 0

Palabras sentidas
nunca expresadas.

Tal vez,
«para siempre»
fueron palabras
sobrevaloradas.

Con el tiempo,
la vida nos demuestra
que no es más
que una sucesión
de fotos color sepia
carentes de calor.

Belleza serena

lunes, mayo 24, 2010 Permalink 0

Sobre las aguas mansas

que el mar regala en la arena

se volatiliza el perfume

mientras la tarde envejece.



Aunque nunca dispersa.

La ofrenda sobre tu piel

ancló una mirada certera

en la belleza serena de una mujer.



Flotan mis sueños

enredados en tu cabello.

Tratan de aferrarse a una nube

que libre, transita por el cielo.








Un motín de sentimientos

domingo, mayo 23, 2010 Permalink 0

Agüarezco.
Bajo un motín de sentimientos
trenzados entre halagos
de esta historia que comienza.





Acallo.
Lamentos ajenos
que acunan, herida sobre herida,
la desventura lejana de perder.





Me siento hombre y discípulo.
Lejos del desguace de sueños
que convirtió mi pasado
en sutil himno de perdón.





Hoy me siento victorioso
y no pediré indulgencia.
Aprendo a vivir riendo,
ya que llorando nací.

Penas con alegrías

sábado, mayo 22, 2010 Permalink 0

Añoro los viejos sueños,

y los que están por venir.

Vivir soñado el deseo

mas que recrear una ilusión.









Sin angustia.

Sin pausa.

Sin culpa.

Sin miedo.







Añoro contar de tres en tres

sin olvidarme que soy solo uno.

Vivir a diario bajo el imperio

de la creación y la sorpresa novel.







Alguien que quiere crear

más allá que dar vida.

Alguien que trata de eclipsar

las penas con alegrías.







A veces me sorprendo

con la mirada abstraída

y la mente precipitada

corriendo tras un recuerdo.


Las gaviotas nunca se olvidan

viernes, mayo 21, 2010 Permalink 0

Mi boca calla por no tener labios que compartir.
Mis manos escriben palabras que no saben amar.
La distancia se conjura con el orgullo, y paren soledad.
Mi piel yace fría junto a la piedra de la hiedra extirpada.





Perdí el norte de mi alma y el tiempo encalló tras la tormenta.
Los porques ya no tienen eco más allá del silencio.
El corazón olvidó como estremecerse entre tus brazos.
Porque nuestro tu y yo lo has cambiado por tu y él.





Hoy no me pregunto nada.
Ni espero botellas flotando.
Ahora miro en la distancia
como materializas el hielo.





Las gaviotas nunca se olvidan de ti.

indicios

miércoles, mayo 19, 2010 Permalink 0

Respiro pausadamente,
La mirada lenta y parsimoniosa
escudriña las esquinas
tratando de materializar su perfume.

El corazón acelerado.
Algo me indica que todo va mal.
Hay indicios en el sonido
que repiquetean como un eco.





La mente martilleando.
Preparada para afrontar la batalla.
En estado de alerta.
Sangrando.





Odio las tardes en silencio
donde la soledad entroniza
los latidos del corazón
hasta crepitar como el hielo.





Me rindo.
Hoy necesitaré
más de un minuto de gloria
para recomponer mi sonrisa.





Como siempre, bajaré en picado
pensando que en breves instantes
remontaré con la fuerza
de un nuevo plumaje.