Imagen: Kemal Kamil AKCA.
…
Hace tanto tiempo que no me permito…
…
Llenar mis tardes de música y dejar que me transporte a su antojo.
Andar por la tierra y observar la conversación entre el fango y mis dedos.
Acariciar la corteza de los árboles y aspirar su esencia directamente de mis manos.
Degustar sabores renovados envueltos en el misterio de su origen y transformación.
…
Dormir acunado por la estrella de tu respiración entreverada bajo mi piel.
Dar sombra a las rosas del jardín para que me regalen su fértil aroma de tarde.
Estirarme en la orilla del mar y que la sal esculpa la sonrisa de un recuerdo.
Lamer una onza de chocolate y dar vida a la comisura de tus labios.
…
Hilar historias de seducción con el crepitar de las hogueras del verano.
Tejer espuma sobre tu espalda y sofocar el color de tus mejillas con mis manos.
Desempolvar el calidoscopio que la magia de la navidad iluminó mis siete años.
Recoger amapolas entre la viña con un sofocante aroma a helechos a la sombra.
…
Muchas vivencias que revivir.
Muchos sueños de permitir.