Doce oportunidades

martes, diciembre 31, 2013 Permalink 0



La mañana es especialmente fría.

Las ventanas del coche despiertan jaspeadas de noche.

En el poste de teléfonos ya otea un cernícalo su primera presa.

A través de las paredes flota Frank Sinatra y uno de sus duduá.

Llego a la cafetería de siempre. La de los buenos días monótonos.

La televisión trata de exorcizar el ambiente con villancicos impersonales.

Pongo atención a las conversaciones dispares de cada mesa.

Los mismos dolores de Juan, innovando por la excesiva humedad.

Mari Carmen sigue wassapeando en la misma conversación de ayer.

La parejita del fondo se habla. Son jóvenes y tienen el brillo en los ojos.

Me saca de la introspección un altisonante “buenos días, ¿lo de siempre?”

¿Desde cuándo me he convertido en mi padre y soy tan previsible?

No gracias, hoy ponme un bocadillo de tortilla y un café. Es noche vieja.

Me sorprendo. Que tendrá que ver la Nochevieja con la tortilla. En fin.

Desayuno, comienzo a tararear al viejo Frank y muevo mis pies al compás.

Debo hacerlo más alto de los que pienso porque me mira mal el vecino.

Paso. Me hundo en el aroma del café y vuelo lejos. Hacia nuestro paseo.

Tres o cuatro vueltas a la misma planta del centro comercial sin parar de hablar.

¿Será un record Guinnes de esos? Es preciosa. Encantadora. Culta y sutil.

Además me partía de risa con sus arranques virulentos basados en la ideología.

Tal vez era su edad, o que aun tiene hambre. No se me ocurrió contradecirle.

Ni tan siquiera darle ese barniz que te da la experiencia. Debía seguir pura.

Dos besos apurados al borde de la escalera metálica y fue desapareciendo.

Creo que el contoneo era forzado, por lo cual era una señal para no olvidarla.

Y ahí se quedó, en el borde de la niebla del pasado, donde mora la nostalgia.

Ahora sonrío. Seré tonto. O tal vez no. Ya tengo un motivo para las doce uvas.

Doce oportunidades para volver a verla. Doce raciones de aroma cítrico.

Ahora ya puede llegar el fin de año. Mi armadura brilla. Las nubes se levantan…

Pero esa no es otra canción. Estoy fatal. Necesito una copa. Allá voy.

…Feliz año. Un abrazo o un beso. Pero feliz año.





No despiertes aun

viernes, diciembre 27, 2013 Permalink 0

Son las seis de la mañana.

Estarás enroscada bajo la manta. Allá en tu casa.

Tus sueños y deseos jugando lejos de las sábanas.

Tu almohada sostiene un suspiro entrecortado.

Tus manos dudan entre acariciar las mejillas,

o declarar la guerra en tus muslos.

Tibios de noche.

Tu mente descansa.

Tu cuerpo emerge del submundo de la nostalgia,

de camino hacia mis brazos.

No despiertes aun.

Deja que me desplace dentro de tu cuerpo.

Libera tus manos y que me enseñen

como eres capaz de hacerme sentir

dentro de un solo cuerpo.

Tengo que contarte como me amaste mientras dormías.

Y como mi voz, incapaz de articular sonido,

pide a gritos que la redimas con un beso.





Se insensata

jueves, diciembre 26, 2013 Permalink 0



Una arista fragmentada te pide

que trepemos sueños despacio.



Se insensata y disfruta de todo.

No concluyamos conversaciones.






Deja que las palabras se arremolinen

al abrigo del viento de otoño.



Sostienes dos conexiones con tu único aliento.

Eres gravedad entre el rojo y el negro.



Fusión de la lluvia con el vidrio de mi ventana.

Piel arrancada que aun palpita aullando a la luna.



Un manto de cenizas sobre dos cuerpos inertes.

Signo de dos vidas caóticas enfrentadas entre sí.

Me quedo con todo

domingo, diciembre 22, 2013 Permalink 0

La Navidad enciende todas mis alarmas.

Las deseadas y las innombrables.

Creo que, en caso contrario,

No sería Navidad.

Esas imágenes mensajeras comerciales.

La risa fácil que rebota en el hígado.

Las llamadas de amigos con falso propósito.

Las miradas perdidas por el hambre.

Las esperanzas obligadas.

El recordado guiso ausente.

Las risas infantiles apagadas.

Por el contrario miro a mi alrededor

Y me asalta el aroma de chimenea.

Las risas al fondo abriendo paquetes.

Un abrazo cómplice que se me escapa.

Una tarjeta inesperada que te agua la mirada.

Música en cada esquina.

Un frio que te obliga a la introspección.

El recuerdo de lo ausente y aun querido.

Intento deshojar la margarita para elegir

Y me quedo con todo.

Con lo que no deseo para nadie, ni para mí.

Y lo que deseo ardientemente

para todos los que necesiten ser feliz.





Feliz Navidad.





Trazas de simple ternura

jueves, diciembre 19, 2013 Permalink 0



No intentes decirme que alguien te espera

cuando te sientes sola.



Tus barreras se abaten con un golpe de viento,

y te veo llorar envuelta en destellos de locura.



No conviertas este intenso deseo

en trazas de simple ternura.



Bésame

domingo, diciembre 15, 2013 Permalink 0






Bésame.

Lo que se lleva el viento

no requiere explicación.

Te necesito entera

jueves, diciembre 12, 2013 Permalink 0



Evolucionemos.

Refundémonos.

Confrontemos una imagen al vacío incomprensible.

Agarrémonos a la ternura aguerrida de la mañana.

Sofoquemos el desconocimiento de lo cercano.

Envejezcamos de manera pausada y atenta.

Desertemos del hambre como de la autocomplacencia.

Es inconcebible que la raza humana aun sea incapaz

de superar lo escrito por sus propios ancestros.

Te necesito entera.

Íntegra.

Intensa.

Como eres.



Profecías de mi propia vida

lunes, diciembre 9, 2013 Permalink 0



Los sueños

revolotean sobre el jardín.

Se enredan

entre compases olvidados.

Sueños cambiantes.

Profecías de mi propia vida.

Acaso insensatez

en estado puro.

Dulces palabras,

malgastadas ante una disculpa

germinada tardía.

Aquello que no fuimos

sábado, diciembre 7, 2013 Permalink 0
Soy todo aquello que no fuimos.
Hojarasca.
Recuerdo.
Espuma.
Sueños a ras de suelo
mientras sentía
hasta el limite de tu presencia.