No quiero renunciar a mi humanidad.
A la emoción impalpable.
A la magia caballerosa.
A equivocarme y reinventarme.
A degustar una copa de vino. Y otra.
Al sonido envolvente de la música.
A disfrutar y sufrir.
A fumarme un buen puro.
A avergonzarme y reivindicar.
A las sombras sin oscuridad.
A la evasión de las palabras pronunciadas.
A la ambigüedad calculada.
A la lucha por las revelaciones.
A mi realidad inventada.
A la burbuja de los sueños.
Al entendimiento condicionado.
A la ausencia de culpa.
A los errores póstumos.
A la fidelidad a la melancolía.
A los espacios infinitos y cercanos.
A los remedios efervescentes.
Al amor contracorriente.
A la existencia de tus labios.
A enamorarme cada día.
Al egoísmo de vivirte.
Al aroma de tu intimidad.
A empaparme de tu corazón.