Andas martilleando
 
las alas caídas
 
bajo el mar de nubes
 
que  ensancha  tu sien.
 
 
 
 
Aun puedo sentir el reflejo
 
del lento amanecer  sobre tu piel.
 
Aunque evitas  la partida hacia la tarde
 
volviendo tu cabeza hacia la oscuridad.
 
 
 
 
No puedes tener miedo
 
a todo lo que desconozcas.
 
El verdadero sentido de lo cotidiano
 
dibuja tu silueta en el  vértice de mi vida
 
 
 
