El idioma de las almohadas

lunes, junio 30, 2025 Permalink 0

Hay noches en las que el cuerpo
habla un idioma que solo las almohadas comprenden.
Donde los pliegues de la piel
se convierten en versos no escritos,
y los silencios en la antesala
de un poema sin métrica,
pero con memoria.

Tus bolsillos —sí, los invisibles—
guardan caricias que aún no han nacido,
guiños que se quedaron esperando,
suspiros que prefieren esconderse
antes que rendirse.

Y en la curva final de tu espalda,
ese rincón donde se doblan los secretos,
se derrama una copa de champagne
que no bebimos,
pero que burbujea todavía en la piel,
como si el deseo pudiera ser embotellado,
como si la ternura se pudiera brindar
sin romper el cristal.

Improvisamos, sí.
Porque no todo lo hermoso se planea.
Porque hay magia que solo ocurre
cuando la noche se olvida del reloj
y las sábanas hacen de escenario.
Improvisamos…
como quien baila sin música,
pero con el ritmo perfecto de una respiración compartida.

Y al final,
queda la poesía enredada en las fibras del colchón,
como un eco que no se apaga,
como una promesa
que no hace falta mencionar.