Imagen: Giovanni Pellegrino.
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A veces la vida
coge impulso inesperado
entre el viento del norte
y la marea alta.
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No hay lienzo suficiente
para recoger entre fronteras
lo que un destello perfecto
desata en el universo.
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Ni cánticos o alabanzas
que calmen al dios del trueno
ofendido por su ostracismo
en tu sinuosa presencia.
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Y me sorprendo otra vez,
con los pies descalzos
rebozados en sal y barro
y la mente inquieta.
…
Soy capaz de inventar
partes de tu cuerpo
que ni siquiera el placer
ha intentado concebir.