El viento golpea la ventana
mientras tu sueño
revolotea embriagado
junto a los míos.
Mas abajo,
junto a las almas mortales,
un destello furtivo ejerce de faro,
y nos indica el camino.
Caemos en picado
entre destellos fugaces de felicidad.
Con rumbo directo al nido
que enmarca tu habitación.
Bebo tus silencios
a grandes sorbos.
Sacia mis sentidos
a golpe de intensidad.