Imagen: Catalin Parpalea
…
A veces te miro cuando vas llegando.
En silencio tras la ventana.
Impregnando el dorso del vidrio
con la descarga del vaho contenido.
…
En los primeros segundos,
tan solo me vale
aspirar tu presencia
y convertirla en real.
….
Luego, me gusta pararme
al borde de tus labios.
Atrapar con los míos
tu primera sonrisa.
…
Bajo la cara, delineando
la cadencia precisa de tu pecho.
Recito de memoria
la vida que me dan.
…
La suave presión,
de tus muslos contenidos,
por una mente erizada
ante un cuerpo que se deshace.
…
Y te hablan mis ojos.
Henchidos de posesión.
Allí mismo.
Abrigados de entusiasmo.