Imagen: Paul Pluskwik

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Te deseo desde dentro hacia fuera

Hoy, te doy de comer de mi boca.

Mis manos ya no articulan caricias

si no anidan sobre tu cálida piel.

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Consigues con tu presencia

sublimar la belleza.

Incluyo aquellas partes de tu cuerpo que

ni la propia naturaleza pudo mejorar.

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Cuando evoco tu sabor

No eres dulce.

Eres cítrico dorado

con motas de granada y jazmín.

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Ahora tengo que aprender

que la distancia nunca es triste.

Sino que voy acumulando deseo

para volverte a conquistar.

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