Imagen: Anabela Sequeira.
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Apenas escucho el color de tu voz
Las olas se relamen sobre las rocas.
El trueno se ahuyenta por Orión.
Y las ramas cimbrean el Caribe.
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Agua fresca sobre la palma de mis manos.
Música del roce de mis zapatos y la playa.
Aves del paraíso inclinadas a tus pies.
Nubes revueltas con sabor a algodón.
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Cacemos el viento del destino.
Enróscate firme a mi cuello.
Últimamente, en este piso,
soy prisionero del frio.