Somos un lienzo en blanco.
Tú el anverso, yo el reverso.
Tú escribes y yo, apenas respiro.
Tú construyes aviones de papel,
y yo la fuerza que les hace volar.
¿Has pensado en dejar de perseguir estrellas fugaces,
y comenzar a brillar hasta convertirte en una de ellas?
Si hace falta, lloraré pétalos de flores hasta conmoverte.
Nademos en la locura sin guardar en la orilla, ropa alguna.
Pondré el mundo al revés para que caigas en mis brazos.
Eres palpable, etérea, dulce.
Pétalos sobre piel ajada.
Un diferente concepto de vida.