Somos innatos buscadores de felicidad.
Aves taciturnas sin nido donde volver.
Cronistas de realidades propias y ajenas.
Payasos con fachada de color,
y alma de cristal.
Decisores en hora mala, de nuestras vidas.
Aprendices de todo,
fracasados en la nada.
Maestros en buscar destellos en la oscuridad,
y en darles una vida intensa hasta explosionar.