Algunas veces siento miedo.
Cruzo la línea de la vulnerabilidad
hasta hacerme fragmentos de fragilidad.
Tan solo sientes un sereno rocío.
Y que tu espíritu se balancea.
Sientes a llamaradas. Aun en silencio.
Una forma de existencia torpe y cruel.
Vendrán muchos cipreses a bordear el camino.
Los mirarás de reojo y caminarás aun más recto.
Los ramos de flores emigrarán de tus brazos.
Mermarás como individuo de alma terrestre.
Buscarás puertos seguros de donde partir.
Aprenderás a tirar de tu historia y a recordar.
No culparás a nadie al mirarte al espejo.
Y como ley natural pensarás, que si fuiste
parte de una historia incipiente,
la mejor está aún por vivir.