Cuando el pulso enloquece

miércoles, marzo 16, 2011 Permalink 0



Imagen: Monte Stinnett.



Cuando el tiempo se entretiene en las anillas de tu pelo.

Cuando las cruces no sacrifican sino que idolatran.

Cuando la tristeza se rinde ante la solemnidad de una sonrisa.

Cuando el pulso enloquece y recupera su alegre cadencia.



Cuando la memoria palpita y no rememora recuerdos.

Cuando el reloj atrasa de manera aleatoria.

Cuando las olas no se recogen sino que permanecen en la arena.

Cuando el celeste y el rojo se enredan en el firmamento.



Cuando la experiencia se relaja y te deja el timón de la vida.

Cuando la ribera no es destino sino oportunidad conquistada.

Cuando el piano suena y solo importan las manos.

Cuando la existencia es sencilla y los momentos únicos.



Entonces, amor mío,

la tarde ha desperezado.

Y estás esperándome

detrás de la puerta.