Ese lugar íntimo
al socaire de las manos
donde comienzas
a ser yo.
Esa diminuta parodia
que se llama distancia.
Muere cuando consuman
las horas de desconsuelo.
Ese vigoroso empuje.
Que sella y calma.
Que acerca y silencia.
Que esclaviza y gana.
Las nuevas tierras se conquistan
llegando sigilosamente al horizonte
para entrar en tropel
hasta poseerla