Despiertas el día con una sonrisa contagiosa.
Cuando te abrazo siento que te acurrucas.
Tus gestos reinventan la felicidad.
Gritas a los cuatro vientos tu presencia.
Eres cómplice de una nueva vida.
Juegas con la vida como si fuera tuya.
Te asombras y la respiración se entrecorta.
Usas los sombreros junto a tu estado de ánimo.
El agua y la música son tu banda sonora.
Si hay que pegar un punto tu brazo es el mundo.
Eres la extensión de quien te rodea.
El rey de las risas y mordidas perdidas.
El dinosaurio reencarnado.
El color que siempre falta y nunca sobra.
Nadie lleva como tú una nariz de payaso.
El Peter Pan de siempre jamás.
Una burbuja en medio del bosque.
El hermano perfecto de tu princesa.
Un peluche perfecto para abrazar.
El remate perfecto de la orilla del mar.
El octavo color del arco iris.
La intensidad vestida de ingravidez.
La manzana madura que redondea el almuerzo.
El sueño de porcelana.
El superhéroe de la casa.
La fiesta perfecta bajo la lluvia.
Las ganas de vivir del aroma del café.
El monstruo perfecto para partirte de risa.
El juguete que lidera Toy Story.
El terror de las chuches.
La Navidad perpetua en tu cara.
El disfraz perfecto para la fiesta.
El abrazo que me regaló la vida.