Cuatro iconos
venero en tu cuerpo.
Cuatro altares
donde retoza el deseo.
…
Se deslizan entre las yemas de tus dedos.
Florecen en las fronteras del vientre y tus senos.
En la espalda incólume que a diario conforto.
Y en la base donde se asienta tu cuello.
…
Entonces soy hiedra.
Y clavo mis raíces
con la mirada perdida
entre tus labios y el cielo.
Imagen: Propia