En esta vida, ya no veré muchas cosas nuevas.
Me he sorprendido atesorando tiempo y recuerdos,
con una ansiedad impropia de un ser humano feliz.
He soñado, y alcanzado, mucho más de lo que mi mente creó.
He dado color a realidades que sentí incapaz de soportar.
He volado tras el humo del hogar hasta tejados quebradizos.
Al final es mi sombra la que termina en mis pies y no al revés.
La nitidez del arcoíris solo la ilustro entre el blanco y el negro.
Y mi voz balbucea convencimientos mas allá de seducirte.
Este no soy yo.
Soy el naufragio
de aquello que fui,
y quise huir.