No hay otro sitio que el vértice.
Las traicioneras rocas batidas.
El estigma de la juventud perdida.
Vivir no es saludar a Peter Pan
con cada gesto o condición.
El tiempo pasa y desgasta.
También purifica ahuyentando
sueños obsoletos sin púrpura.
No se trata de mudar la piel,
como opción viperina.
O tal vez sí.
Se trata de transformarse.
Dejar de arrástrate por la hierba
A cambio de libar
en la corola de la ambrosía.
Con caducidad certera.
Con experiencia acumulada.
Con cicatrices abiertas
y experiencias cercanas.
Vuela. Y si quieres volemos.
Suelta la rama que te ata.
Ese nido ya no es tu nido.
Ahora son ramas secas.
Un recuerdo movedizo.
Levanta la mirada.
Inventa tu oportunidad
Y asume que te marchitas
Mientras tu vida eclosiona.