Imagen: Tatiana Mikhina.
…
Mientras duran los besos
mantengo mis poros abiertos
de par en par.
…
Nunca me abandonaste.
Me señalaste como se toma
otro camino.
…
Y sin embargo,
en las crudas noches,
escasamente puedo dormir pensando
que el misterio de tu cuello ahora lo disfruta
un nuevo dueño.
…
Me basta un gesto.
Una rutina.
Un guiño.
Un soplo de ti.
…
Nada más sencillo
que un loco deambulando
por las fantasías insanas
que bullen por tu espalda.