Hay historias
nacidas para olvidar.
Historias que se enmarañan
y nunca eclosionan.
Un viejo amor colegial.
Errores que no supimos interpretar.
Incomprendidos silencios.
Desagrados desproporcionados.
Por la puerta chica de los errores
se han deslizado mas fracasos,
que pecados inconfesables
han caído al infierno de Dante.