Soy un ingenuo perseverante.
El sereno de una oscuridad plañidera.
La costumbre que se convierte en habilidad.
La contemplación juiciosa que observa.
El yermo campo de batalla dejó de ser inexpugnable
La felicidad exige insignias y víctimas, a partes iguales.
Mientras progresa la humanidad el celeste se vuelve gris.
La igualdad es una tabla rasa por lo bajo de las emociones.
Perdemos infinidad de vagones.
Las ciudades ya no son hogar.
La vida es arqueología cotidiana.
El silencio no abraza. Si acaso llueve.
Los muros caen en silencio y sin vítores.
Los truenos cabalgan sobre las nubes.
Quiero entregarme y no adivino a quien.
Vendemos remedios envueltos en periódicos.
La mirada brilla sin lágrima a la vista.
La sonrisa, opaca de uso,
reverdece un instante.
La esperanza, simplemente, languidece.