Imagen: Ivan Mlademov.
…
Recostado sobre la almohada
trato de incorporarme a este mundo
tras una siesta a tu lado.
…
He descubierto que soñarte, teniéndote al lado,
no tiene precio al despertar el alma y el cuerpo
en el mismo tiempo y espacio.
…
Aun recuerdo múltiples sensaciones
inacabadas en la esencia del delirio
y que ahora puedo culminar.
…
Mis manos no serán torpes.
Sabrán milimétricamente buscar
el contorno de tu piel.
…
Iré desgranando sueño a sueño,
y tú, como parte de ellos,
los potenciarás con esmero.
…
Me darás vida y yo entrega.
Me prestarás el brillo de tus ojos
y yo la intensidad de mi piel.
…
Así la tarde se hará larga,
y la noche corta.
…
Mis deseos íntimos
y tu placer inmenso.