Percibo magia cuando paseamos juntos, bajo la incesante lluvia.
Un ritmo. Un chapoteo imperceptible. Esquinas desiertas. Tierra mojada
Reflejos sobre losetas mojadas cimbrean entre geometrías perfectas.
Aromas anárquicos. A flores, farolas, conversaciones entrelazadas.
El viento juega con tu bufanda susurrándole que lances la cometa.
Los niños salen del cine con sus botas de agua dispuestas para el barro.
Fotos urgentes bajo lentes jaspeadas que armonizan agua y sonrisas.
Campanas anónimas te orientan en la tormenta junto a la estrella polar.
Cuando el equilibrio depende de la cordura,
y las manos son insuficientes para domar el viento.
Observo tu mano firmemente asida sobre la mía.
Me detengo unos segundos bajo la lluvia, y te abrazo.