No tengo experiencia.
Pero me es evidente
que el campo calcinado
siempre reverdece.
El cielo relumbra fuego
Y no siento miedo.
Destella la luz de esta mañana
en los pliegues de mi almohada.
No recuerdo nuestro comienzo.
Pero no importa.
En esta rutina perfecta e inigualable
me envuelves por todas partes.