Muy cerca.
…
A veces siento que viajo con tu piel cosida a la mía.
Despierto en camas desvencijadas con las heridas
abiertas en carne viva mientras germina otro sueño.
Conversemos a veinte milímetros de distancia. No más.
Ahí cerca. Donde pueda escucharte, sentirte y saborearte.
Hablemos de flores blancas o de labios mullidos y ardientes.
Condenemos las ventanas que se abren hacia fuera.
Firmemos un armisticio universal de paz, cariño y perdón.
Hablemos de presente y pongamos la esperanza cerca.
Muy cerca.
Amemos.
El tiempo es corto.
El deseo, grande.
Febrero 2017-02-14.