Buscando en lo imaginario, me encontré con lo cotidiano.
Descifrando silencios, medias palabras e indiferencias,
mientras me queda una oportunidad y ninguna disculpa.
Desengancharme de ti fue fácil. Lo difícil es seguir con la vida.
Ahora hablo de ti pero no sé de tus sueños ni tus vivencias.
Me gustaba mirarte dejándome envolver por tu voz esquiva.
Tus manos templadas. Los labios temblorosos. El misterio.
Ayer no quisimos y sin embargo, hoy no podemos.