Fracasé pastoreando estrellas.
Un desierto sin orillas se las tragó.
Tormentas de arena sin apenas respirar.
Tan solo una vida no es lo suficiente
para aspirar el aire que exhalas al amar.
Viviremos envueltos en momentos fugaces.
Sin tus brazos abrazándome,
he aprendido que, para vivir
mejor dejo las ventanas abiertas.