Besos en cualquier parte del cuerpo
que han aprendido a anidar
directamente asidos al corazón.
Aprendí a disfrutar de tu cama,
incluso en tu ausencia.
Seguir queriéndote
pegado a mi piel.
Nostalgia aderezada
con brotes de pasión.
Lágrimas que, al surgir,
riegan mis sueños.
Ilusiones engastadas
como guirnaldas de mar.
Aprendí a no llorar
por aquellas historias
que se quedaron atrás.
Construyo castillos de arena blanca
con senderos de coral.
Aprendí a evitar la oscuridad
vigilando la espuma de la nostalgia.
Creo intensos reflejos
que me devuelven,
siempre a tu lado.
Amar es un juego de a dos.
que maquilla cicatrices,
donde tu papel de princesa
corona el deseo consumado.
Corazones abandonados
En las manos expertas
de quien ama moldear el futuro.