Un destino ilusionante

lunes, abril 5, 2010 Permalink 0

Partí en busca de la felicidad,

y aun me encuentro persiguiendo

el esquivo viento del norte

que inspira las cometas.



Ciego de fácil risa,

conseguí dominar

la infértil persecución

del hálito de los ilusos.



Pasa el tiempo y el espejo,

juez implacable del maquillaje,

me ha devuelto la sonrisa

mientras salpicaba en el baño.



Hoy colecciono retales.

Viejas canciones inacabadas.

Un fajo de manuscritos,

y un destino ilusionante.